Timos y estafas
Loterías falsas
Falso premio de loterías, el usuario recibe un correo electrónico donde le notifican que tiene un premio de lotería, si un usuario contesta a este correo le solicitaran a continuación todos datos bancarios para un falso ingreso del premio.
En otros casos se le solicita un parte del premio que tendrá que enviarlo a un país para poder cobrar el premio completo.
En todos los casos el premio es falso.
Timos
Timos de los donativos para sordomudos
Lo realizan generalmente mujeres jóvenes y niños de nacionalidad rumana. Abordan a la gente y recogen firmas para reivindicar un supuesto centro «nacional e internacional» para «discapacitados, sordomudos y niños pobres», inexistente. Pero, además, las jóvenes demandan un donativo entre 3 y 10 euros cuando las personas ya han firmado.
Suelen enseñar una hoja de firmas falsa que simula un listado de gente que ha donado dinero para estos falsos centros.
El inspector del gas
El timador, debidamente uniformado, se presenta por las casas como inspector del servicio de gas (o de agua, electricidad, o cualquier otro servicio) para revisar los contadores u otros elementos sin que el usuario haya solicitado su revisión o la empresa le haya avisado previamente.
Tras una minuciosa revisión, el timador comunica a su víctima que la instalación se encuentra en pésimas condiciones y debe cambiarla o, si no, la precintarán.
El falso inspector cambia varias gomas y cobra de forma abusiva el coste de estas más la mano de obra. Además, aprovechando el nerviosismo y la confusión de la víctima, el timador suele robar todos los objetos de valor y el dinero que encuentre a su alcance.
En caso de no haber solicitado a la compañía suministradora por parte de usted, la revisión de algún elemento de la instalación de gas, luz, etc., le recomendamos que no abra la puerta.
Asimismo, le recomendamos que solicite al inspector que se identifique con el correspondiente carné de la empresa. Ante la duda, póngase en contacto con nosotros y nos personaremos en su domicilio de inmediato.
Timo de la estampita
La víctima es abordada por una persona que aparenta ser disminuida psíquica y le enseña una bolsa llena de billetes. El timador no da ninguna importancia a lo que lleva y le dice a la víctima que la bolsa se la ha encontrado y que está llena de “estampitas”. Es en ése momento cuando aparece un segundo timador que jugará con la avaricia de la víctima y la persuadirá para que compre la bolsa, alegando que de lo contrario el disminuido la perderá. Cuando la víctima se queda sola, abre la bolsa y comprueba que no contiene billetes sino tacos de recortes de papel.
Timo del atropello
El timador se abalanza sobre un coche en un semáforo o paso para peatones y finge que lo han atropellado. El conductor (generalmente una persona mayor que viaja sola), asustado, se apea para socorrer al timador, que consigue una suma de dinero a cambio de no interponer una denuncia.
En ocasiones, un segundo estafador aprovecha el nerviosismo de la víctima para sustraerle la cartera o robar en el interior del automóvil.
Le recomendamos: aunque se vea involucrado en un atropello o accidente de tráfico, no abandone el vehículo sin haberse asegurado de que está perfectamente cerrado. Lleve siempre las llaves encima y solicite la colaboración de la policía.
El billete marcado
Se suele llevar a cabo en cafeterías o en tiendas aprovechando las grandes aglomeraciones de clientes. El primer timador paga con un billete de 50 euros o más, en el que previamente ha anotado un número de teléfono con letra muy pequeña y lo ha entregado por la cara opuesta a la anotación.
Unos minutos después, el segundo timador entra y paga con un billete de 10 euros. Al recibir el cambio, asegura que está mal y comienza la discusión. Cuando llega el encargado, el timador recuerda que en el billete había anotado un número de teléfono o una dirección. Lo comprueban en la caja y el dependiente, aturdido, observa como la versión del supuesto cliente es cierta, así que le entrega el cambio de los 50 euros y le pide mil disculpas por la equivocación.
Timo del tocomocho
La estafa suele perpetrarse en lugares de tránsito (estaciones, cajeros, mercados, etc.). El timador se acerca a su víctima y le pregunta por la administración de lotería más cercana, ya que quiere cobrar un billete premiado. En ese momento aparece el gancho (segundo timador) que casualmente lleva la lista oficial de lotería. El supuesto afortunado le propone a la víctima venderle el billete por una cifra muy inferior al premio argumentando cualquier excusa. La víctima saca una fuerte cantidad de su cuenta y se queda con un décimo que evidentemente no está premiado.
Timo del nazareno
El timador realiza varias adquisiciones de género en una empresa durante un tiempo y las paga correctamente. Cuando ya se ha ganado la confianza del vendedor, dado que ha adquirido un prestigio por la puntualidad de los pagos, solicita la adquisición de un importante lote de género. En esta ocasión lo paga con un cheque sin fondos y desaparece a continuación. Alguna vez se ha detectado que el timador trabaja en una empresa de prestigio y se vale de ella para realizar el pedido a su nombre. Tras recibir el género en algún lugar determinado, desaparece el pedido y el trabajador.
Timo de la mancha
Se desarrolla en la calle. Se trata más bien de un truco y los autores son dos o tres carteristas. Uno de los sujetos lanza sobre la ropa de la víctima una sustancia que mancha. Un segundo delincuente se le acerca para interesarse y se ofrece a limpiársela. Así aprovecha la situación para sustraerle la cartera. Los perjudicados suelen ser personas elegantemente vestidas; por eso es más fácil que su preocupación por el incidente les lleve a caer en la trampa.